Hotel con excelente situación, en el centro de los puntos imprescindibles para visitar en Roma. Habitación amplia, limpia y cómoda. Eché de menos una botella de agua diaria (para el precio de la habitación y con el calor que hacía, no me parece mucho pedir), aunque hay un Carrefour al lado. Si tuviese que poner alguna pega lo haría con el servicio de habitaciones: al llegar teníamos unos botecitos de gel (a parte de los dispensadores de la ducha), al día siguiente nos los quitaron, un dia tuve q ir a reclamar unas toallas, otro dia papel higiénico y otro día nos colgaron las toallas del suelo. Repito que es por criticar algo, pero todo ello se soluciona fácilmente. Las chicas de recepción son muy agradables. Es un hotel totalmente recomendable. Si volvemos a Roma, volveria a reservarlo.