El hotel está en la mejor zona de Tarragona para salir a cualquier hora, la entrada es muy lujosa, pero la habitación muy sencilla. La cama es cómoda, lo cual es muy positivo, y no tiene moqueta, así que da sensación de limpieza. Sin embargo, no tiene nada más que lo básico, ni siquiera una neverita, una cafetera, por no hablar de un soporte para la maleta o una estantería en la ducha para poner el jabón, que es un botecito de gel para todo. Tampoco hay champú ni suavizante de pelo, y ningún extra de nada más en el baño. El wifi era bastante débil también. Vale la pena por el lugar, eso sí, pero sin esperar ningún lujo.