Mi familia y yo tuvimos que abandonar este putefracto establecimiento a las 11 de la noche nevando, con un niño de 3 años en pijama. No aguantamos allí ni 2 horas. Creo que eso resume nuestra experiencia. Un sitio sucio, con un olor a comida, a tabaco y a polvo horrible. Las mantas (reconocido por el propio conserje) no se lavan cada semana (aseguraría que no se lavan cada AÑO). La calefacción no funciona y hace un frío horrible. Los baños no funcionan bien y no se puede tirar de la cadena. La TV no funciona. Ni la luz de dentro de la nevera funciona! Cuando entramos en la habitación-duplex, habían hasta migas de pan encima de la mesa!! Paredes llenas de humedades, grietas, suelos rotos... Jamás había visto un sitio tan dejado, abandonado y siniestro como este. NO HAGAIS CASO A LAS FOTOS! NUNCA SON LO QUE PARECE!! Y no contéis con quejaros. El hombrecito de la entrada, un tal Carlos, con gafas, os dirá con orgullo que "somos los últimos de la lista de todo Pas de la Casa" y no hará nada por ayudaros. No sólo se confundió de habitación y nos dió una mucho más pequeña de lo que habíamos pagado, no sólo no nos dió los "kit" de sábanas, toallas y limpieza, sino que intentó reirse de nosotros a la hora de reclamar mandándonos a la otra punta del pueblo, a un edificio vacío. En mi opinión, tanto él como el establecimiento necesitan urgentemente un profundo CAMBIO.