El alojamiento no esta mal, pero para los que estamos acostumbrados a los servicios de un hotel, deja mucho que desear. Nunca hay nadie en la recepción, no tienen consigna, tienes que dejar las maletas detrás de un mostrador y rezar para que cuando vuelvas estén. Si tienes algún problema tienes que llamarles por teléfono y esperar a que vengan, con lo cual pierdes tiempo de tus vacaciones, un desastre