Buscando hoteles en Budapest nos topamos con el Bristol, y nos inspiró confianza. Tras llegar a él, pudimos ver que se trataba de un auténtico 4 estrellas (fuera de España a veces los 4 estrellas, en verdad son de 3), con los detalles bien cuidados, y el personal muy amable. Se han portado con nosotros de manera magnífica.
La habitación era espaciosa, no se escuchaba nada de ruido de otras habitaciones, el baño muy limpio. El único pero, lo podría poner porque la ropa de cama nos fue insuficiente (ha sido en junio, y por la noche, debido al fresco, tuvimos que pedir una manta extra en recepción, algo que nos dieron sin ningún tipo de problema).
El desayuno, incluído, era de tipo buffet, muy completo, y sin que faltase de nada. Todo estaba muy bueno, desde el café hasta la mermelada casera de naranja. También había alimentos cocinados como chorizos, huevos, alubias... aunque no llegamos a probarlos.
La situación del hotel, muy buena. cerca de la estación de tren de Keleti (aprox. 3-4 minutos andando), donde se podía coger el metro, y también cerca de la estación del Papa Juan Pablo II. El autobús urbano paraba a apenas 2 minutos del hotel, y había una línea nocturna (está toda la noche funcionando) que también paraba allí (útil si se piensa salir de noche).
En resumen, es recomendable al 100% ir allí.